La diferencia que existe entre desastre y emergencia radica principalmente en su definición, cuando hablamos de desastre nos estamos refiriendo no solo alteraciones como sucede en una emergencia, en un desastre son alteraciones intensas en las dinámicas sociales que afectan las dinámicas entre personas, los bienes, los servicios o el ambiente, desencadenadas por un fenómeno natural o generado por la actividad humana, que podrían exceder la capacidad de respuesta de una comunidad o sociedad.

En un desastre estas alteraciones sobrepasan la capacidad de respuesta de los estados por lo que un desastre no será cualquier evento trágico.

Uno de los desastres qué más víctimas produce son los terremotos originados por la vibración de la Tierra debido a una rápida liberación de energía. Esto se presenta de forma similar a las ondas concéntricas que se generan al tirar una piedra en aguas tranquilas liberando energía en todas direcciones creando lo que llamamos hipocentro o foco, desde él se proyecta una línea vertical hacia la superficie para designar el llamado epicentro. Cuando esas ondas se liberan, pueden llegar hasta la superficie y sacudir los cimientos de los edificios y también viajar horizontalmente por el interior de la Tierra, entre más superficial sea el foco, más daño produce en la superficie. Las llamadas réplicas se producen por el acomodamiento de los materiales (www.abc.es).

El «Cinturón de Fuego» es una larga cadena tectónica que recorre 40 mil kilómetros a lo largo de la costa oeste de América, las islas del Pacífico Sur y el Sudeste Asiático comprendiendo los países americanos con costa en el océano Pacífico y varios países asiáticos por el océano Índico. Aquí ocurren el 90% de la actividad sísmica del planeta. Esta situación sumado al alto grado de urbanización de nuestros países y los débiles sistemas de salud y respuesta ante emergencias, incrementan la vulnerabilidad y la exposición de sus habitantes.

Veremos algunos casos de personas que han sobrevivido milagrosamente a fuertes terremotos, sepultados bajo los escombros:

Caso Naqsha Bibi:

Esta mujer pakistaní de 40 años, fue encontrada por varios vecinos mientras retiraban escombros después de 64 días sepultada bajo su casa mientras 90.000 compatriotas no corrieron con la misma suerte durante el terremoto de 7,7 grados escala del momento que azotó a este país en octubre del 2005. Junto a ella había restos de alimentos podridos con los que pudo alimentarse durante estos dos meses mientras tomaba agua residual de lluvia.

Caso Evans Monsignac:

El 12 de enero del 2010 Haití sufrió los embates de un terremoto de 7,0 escala Richter a una profundidad de 10 kilómetros, registrándose réplicas que iban de 5,9 a 5,1 en la escala de Richterighter así como un tsunami de mínimas proporciones que mató a cuatro personas. Se calcula que el total de víctimas fatales superaron las 300 mil, 350 mil heridos y 1,5 millones de personas perdieron sus hogares.

Sin embargo hubo un caso que demostró que la suerte existe, sobre todo al enfrentar uno de los terremotos más fuertes de la historia en la región, Evans Monsignac, un hombre de 27 años, comerciante, padre de 2 hijos, sobrevivió enterrado vivo durante 27 días después del terremoto de Haití.

Monsignac sobrevivió bebiendo aguas residuales que bajaba bajo los escombros del mercado donde trabajaba.

Recomendaciones a tener en cuenta antes de un terremoto:

• Ubique y ensaye la desconexión de los servicios públicos; esto le permitirá reaccionar a tiempo, ya que eventos como la fuga de gas y los cortocircuitos pueden agravar una situación generada por un sismo. Todas las personas de la casa y del trabajo deben saber dónde se encuentran los circuitos, para cerrarlos cuando se requiera. Ubique los puntos fuertes de cada habitación.
• Coordine con su familia un lugar de reunión seguro, de acuerdo con los planes de emergencia, y prevea la acción por seguir para retomar el contacto, en caso de que queden separados durante la crisis. Para ello, tengan equipos de radio de comunicaciones y radio transistor con baterías suficientes en cada kit; asimismo, incluya un marcador de tinta para dejar escritos en un lugar visible, sus datos y los del sitio adonde se trasladará, preferiblemente donde considere que buscarán inicialmente. Coordine el uso de emisoras y las carteleras de información; para esta última opción, prevea tener fotos a mano de la familia.  
• Prevea que dentro de las víctimas pueda estar el personal que se preparó para formar parte de los grupos de apoyo, por tal razón todos deben capacitarse técnicamente para prestar ayuda en una situación de crisis de este tipo.
• Si cuenta con un depósito, guarde en este los elementos que puedan ser peligrosos en caso de un terremoto (elementos deportivos como pesas, bolos, etc.). Los espejos o estanterías, en lo posible, deben estar asegurados a la pared. Los objetos que puedan causar daño, como lámparas de techo pesadas y cristalería, deben estar en donde no constituyan una amenaza, en caso de terremoto.
• En caso de tener limitaciones auditivas, prevea diferentes medios alternos para alertar o recibir alertas e información que faciliten su evacuación.
• En caso de personas ciegas o con limitaciones de visión, planee y demarque su ruta de evacuación; recuerde que es complicado guiarse por ruidos en una situación caótica, como la generada por un terremoto.