Uno de los principales errores de los senderistas es confiarse en los senderos y no llevar mapas o hacer una hoja de ruta, por tal razón si quieres realizar este tipo de actividades debes tener en cuenta antes la información del lugar, conocer su historia y los extraños sucesos que puedan ocurrir.
Para llegar a la ciudad de Mount Shasta te recomiendo viajar vía Los Ángeles, de allí tomar con suficiente tiempo un avión (aviones pequeños) hacia Redding (se encuentra 96 kilómetros al norte de los Ángeles) y desde allí tomar carretera por la Interestatal 5 (en invierno no olvides llevar neumáticos de invierno y prever un guía en la zona).
Su nombre proviene de la tribu del mismo nombre, los Shasta, una tribu pobre dedicada a la pesca y recolección, que habitaron entre los ríos Scot y Shasta y el alto Klamath (California). Desafortunada fue la suerte de esta tribu pues fueron diezmados producto de la fiebre del oro (1850), por los buscadores de este mineral precioso en las montañas californianas, envenenados en fort Jones (1851), además de enfermedades como la viruela o diferentes venéreas, por el alcohol y el aculturamiento. Los nativos consideraban el monte Shasta un lugar sagrado y la montaña como el centro sagrado del universo y está habitada por un jefe espiritual que vino de los cielos.
Hoy en día este volcán es epicentro de avistamiento de ovnis y es considerado uno de los centros energéticos del mundo, un lugar a donde la leyenda dice que los Lemurianos se refugiaron para protegerse en las entrañas de este monte después de una guerra termonuclear con los Atlantes muchos siglos atrás. Existen tubos de lava que según los lugareños, conforman una seria de túneles que conducirían a la ciudad perdida de los lemurianos (humanos altamente evolucionados de gran estatura), cuyos habitantes subirían ocasionalmente a la superficie terrestre .
Sin embargo, desde el punto de vista de la supervivencia, es aspecto más siniestro que se le atribuye a este sitio sagrado es la desaparición de personas. El escritor/investigador de extrañas desapariciones en Estados Unidos David Paulides, ha publicado varios libros que narran las repentinas y enigmáticas desapariciones de humanos teniendo un capítulo importante los casos ocurridos en Monte Shasta.
Caso John Doe:
Son varios los casos de desapariciones en este volcán ubicado al norte de California, sin embargo uno de los casos más llamativos fue la desaparición por varias horas del niño de 3 años, que se conoce como ‘John Doe’ el 1 de octubre del 2010, mientras se encontraba con su familia en el bosque circundante al monte Shasta disfrutando de la pesca y el senderismo. Siendo aproximadamente las 6 pm, mientras instalaban la tienda de campaña y se preparaban para ir a pescar a un lago cercano, la familia se distrajo por muy corto tiempo descubriendo en ese momento que el niño había desaparecido.
La poca luz que empezaba a presentarse por la hora en que sucedió la desaparición, limito la búsqueda por lo que después de unas horas la familia decidió denunciar la desaparición del niño.
Cinco horas después de la desaparición de John, los rescatistas comenzaron la búsqueda, lo encontraron horas después tendido en los arbustos muy cerca del camino, en un punto que ya había sido rastreado con anterioridad. Aunque el niño estaba vivo y sin presentar heridas en su cuerpo, este presentaba en un estado de shock.
Inicialmente, los padres del niño asociaron su estado como producto del trauma por su extravío en solitario por varias horas en una zona hostil como lo puede ser un bosque oscuro.
Varias semanas después, el niño no había expresado nada sobre su experiencia, sin embargo un día, sus padres dejaron a «John» en la casa de su abuela Kathy, a quien el niño llamaba «Kappi», la abuela, mientras jugaba con él, John le dijo mirándola que no le gustada «La otra Kappi», al preguntarle al respecto el niño respondió que cuando estaba en el bosque, una mujer apareció en el camino, disfrazada de su abuela, esta tomo su mano y lo llevó a una cueva profunda debajo del monte Shasta a una habitación oscura y fría, donde había muchas arañas y «figuras robóticas inmóviles, y varias cosas como billeteras, pistolas, etc. todo regado en desorden por el piso de la habitación.
Pero esta «otra Kappi» no estaba sola en esa habitación, la acompañaba otro hombre a quién inicialmente John confundió con su abuelo. Al regresar al lado de su supuesta abuela se dio cuenta que su cabeza brillaba y que esta no era su abuela.
Interactuando en esa habitación, la falsa abuela le muestra a «John» un pedazo de algo que parecía papel y le pidió que fuera al baño «grande» en este papel, negándose y resistiéndose a hacerlo, pese a la insistencia de los dos extraños. El niño estaba avergonzado y comenzó a negarse y resistirse, mientras ellos seguían insistiéndole.
Al ver su resistencia y desconfianza, la mujer comenzó a decirle que en realidad venía del espacio y fue trasplantado al vientre de su madre, acto seguido lo saca de la cueva y lo deja en el camino a donde fue encontrado, no sin antes decirle que esperara allí hasta que alguna persona lo encontrara.
Después de escuchar y comentarle a sus padres esta aterradora historia, la abuela recrimino a sus padres por permitirle ver tanta basura en televisión, dándoles a conocer su relato, quedando en ese momento como conclusión que dicho relato fue producto de la TV.
Después de un tiempo, la abuela Kathy reflexionó sobre el relato de John concluyendo que un programa de televisión no era suficiente para que su nieto comenzara a componer algo que le sucedió en esas horas cuando estaba perdido en el bosque.
Lo vivido por John hizo que su abuela recordara un suceso que le sucedió a ella solo un año antes de la desaparición de «John», en las mismas circunstancias, en desarrollo de actividades al aire libre en el bosque con una amiga, en cercanías del Monte Shasta. Recordó que una noche se desmayó, despertándose por la mañana boca abajo en el barro.
Ella no podía recordad cómo llegó lejos de su tienda ni qué le produjo después un dolor penetrante en el cuello (al examinarlo encontró dos pinchazos en el cuello acompañados de enrojecimiento e inflamación en la zona), no consumía ni alcohol ni drogas y salir de su saco de dormir no era fácil sin darse cuenta. Las mismas circunstancias vivió su amiga, llegando ambas a pensar que habían sido atacadas por arañas.
Ambas se enfermaron y contrajeron la gripe, tanto así que debieron permanecer durante varias horas en la carpa sin fuerzas para empacar sus cosas y abandonar la zona, con sueños que incluían extrañas criaturas que la rodeaban y la miraban con brillantes ojos rojos. Todo habría quedado como solo un sueño si no fuera por la historia contada por su nieto, pues había olvidado los momentos que vivió en el bosque.
La enseñanza que nos deja este tipo de casos desde el punto de vista de la seguridad y la supervivencia es que debes analizar la información del área hacia donde te desplaces, contar con el apoyo de guías, buena comunicación y mantener alertas de comunicaciones (horarios en los que si no te reportas después de determinado tiempo prende alarmas), las cuales reseñas en la Hoja de ruta en donde a su vez irán tus rutas de desplazamientos (principal y alternas), puntos de descanso, puntos para evacuación en caso de emergencia, entre otras.


